Incidente con un F-5E reduce la flota de cazas de la Fuerza Aérea Mexicana a tres unidades operativas
La capacidad de combate aéreo de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) experimentó una contracción el 21 de mayo, tras un incidente que involucró a una de sus aeronaves Northrop F-5E Tiger II en el Aeropuerto Internacional de Chihuahua. El suceso deja a la FAM con un inventario activo de tan solo tres cazas de este modelo.
Según los reportes iniciales, el F-5E matrícula 4503, perteneciente al Escuadrón Aéreo de Pelea 401 (EAP 401) "Tigres", presentó una falla en uno de sus trenes de aterrizaje principales durante la maniobra de aterrizaje. El mecanismo no extendió por completo, lo que provocó que el ala de la aeronave hiciera o con la pista y se arrastrara sobre ella. Afortunadamente, no se informaron heridos como resultado del percance.
Este evento reduce la flota operativa de cazas supersónicos de México a dos F-5E monoplazas y un F-5F biplaza, este último empleado primordialmente para labores de entrenamiento y conversión de pilotos. La FAM recibió originalmente diez F-5E y dos F-5F a principios de la década de 1980, pero el desgaste operativo y los accidentes previos ya mermaron esta dotación a lo largo de los años.
La Fuerza Aérea Mexicana, a diferencia de otras fuerzas aéreas de la región como Brasil, Chile y Honduras que también operan variantes del F-5 Tiger II, mantiene históricamente una flota con una operatividad contenida. Esta situación responde a una doctrina de defensa que, dada la vecindad con los Estados Unidos y la ausencia de amenazas convencionales de gran escala en su entorno inmediato, prioriza aeronaves con un enfoque práctico en misiones de vigilancia fronteriza, interdicción de vuelos ilícitos vinculados al narcotráfico y operaciones de apoyo a la población civil en casos de desastre.
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De acuerdo con lo reportado por nuestro medio asociado Aeroin, actualmente el gobierno mexicano no contempla planes para la adquisición de nuevos aviones de combate que reemplacen a los F-5. La evaluación estratégica de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) no identifica una necesidad imperante de asegurar superioridad aérea, ya que los principales desafíos a la seguridad nacional en el ámbito aéreo provienen de aeronaves civiles de bajo rendimiento utilizadas por organizaciones criminales para el trasiego de drogas, un tipo de amenaza que se enfrenta con otros medios y estrategias.
El F-5 Tiger II, un diseño de la década de 1970, es un caza ligero supersónico que sirvió con numerosas fuerzas aéreas alrededor del mundo. Si bien fue modernizado en algunos países, su edad plantea crecientes desafíos logísticos y de mantenimiento. La situación actual subraya la limitada capacidad de intercepción supersónica de la FAM, una circunstancia que, por el momento, se alinea con sus prioridades operativas declaradas. Se espera que el F-5E afectado ingrese a un proceso de evaluación de daños para determinar la viabilidad de su reparación.
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